Para proteger la propiedad intelectual es necesario hacer una correcta gestión en las instituciones académicas
El manejo que se le da a la creación, divulgación y utilización de las obras intelectuales en muchas instituciones de formación académica, resulta inadecuado por la falta de conciencia para aplicar adecuadamente las normas regulatorias.
Al ser necesario atender esta problemática, es oportuno referirse a las situaciones comunes en las cuales no se cumplen todavía las recomendaciones respecto al reconocimiento de obras intelectuales, lo cual podría perjudicar el reconocimiento a los autores que producen textos de utilización recurrente, y además representaría un retroceso por detener el estímulo a la creación de nuevas obras.
Entre las prácticas que se observan cuando hay que presentar trabajos, investigaciones, y documentos, como muestra del esfuerzo que realiza alguien en proceso de formación académica pueden surgir casos de plagio. Para ilustrar esto, por ejemplo, se podría imaginar cuando un estudiante realiza una consulta en la biblioteca, reuniendo información que posteriormente incluye en un trabajo para su clase, y el contenido que presenta se supone que es su propia creación.
El problema ocurre cuando se añaden contenidos que se interpretan como producto de la mente del supuesto autor, pero en realidad son el trabajo de otra persona y no se menciona en la autoría a quien corresponde. Este acto es indebido ya que afectaría la valoración al trabajo de la persona que lo ha realizado, ya se trate de un docente, un investigador académico, o estudiante. Adicionalmente, la era digital ofrece facilidades de acceso y uso de la información, en donde suele ser común el “copiar” y “pegar” ahorrando parte del trabajo.
Desde otra perspectiva, la adecuada manera de hacer el reconocimiento para la protección de derechos de autor se puede abordar, haciendo referencia a la difusión de textos y obras ya existentes. Esto implica los posibles acuerdos a los que se puede llegar entre el autor y quienes se encargan de producir las impresiones de los nuevos libros, en donde de haber modificaciones (por ejemplo en una traducción) estas son autorizadas.
En busca de posibles soluciones para esta problemática
Ante dicha situación, no obstante se observan algunos esfuerzos por crear una cultura de la protección de autoría intelectual. Por ejemplo, en algunas instituciones de formación académica se realizan campañas en las que se explica a los alumnos cómo pueden evitar incurrir en el plagio, ya que es un hecho que en varias ocasiones resulta ser algo involuntario. Información acerca de cómo evitar el plagio: URL
Para ello se propone realizar talleres, charlas, foros, etc., en donde se pueda enseñar en qué consisten los derechos reservados de autor, y las diferentes posibilidades que existen para utilizar contenidos como los que se encuentran en las páginas de navegación web.
El tener hábitos de lectura, es otra de las recomendaciones que pueden llevar a mejores prácticas, ya que leer desarrolla la capacidad creativa del individuo, lo cual interviene positivamente en los procesos para realizar trabajos donde se aprecie la originalidad del autor. Debido a que el ciberespacio es un lugar en el cual hay diversas posibilidades para no sólo investigar, sino también publicar y presentar trabajos, es conveniente conocer acerca de las diferentes licencias disponibles para utilizar contenidos digitales. Puedes consultar en: URL
Por todo lo anterior, se puede afirmar que los derechos de propiedad intelectual en las obras de autor constituyen un asunto que requiere de la debida atención, para hacer buen uso de las mismas y que con cada nueva posibilidad de formato que hay, surgen otras normas que pueden prevenir las infracciones.
