Realizar cursos en línea puede convertirse en motivo de preocupación y hasta frustración para muchos estudiantes, por lo tanto, es importante conocer las posibles causas y de qué manera se puede solucionar.
Para comenzar, hay que conocer cómo se relacionan los estudiantes con los cursos en línea de acuerdo a lo que constituye un (AVA) Ambiente Virtual de Aprendizaje.
En el proceso educativo del nuevo siglo XXI, quizás su lema es “guiar a la sociedad hacia una forma de aprendizaje, que permita a los ciudadanos adquirir la autonomía necesaria para avanzar en su propio aprendizaje y desarrollarlo de manera continua”.
La inclusión de las herramientas tecnológicas permite tener muchas posibilidades de facilitar las maneras de aprender, aunque además de esto el comportamiento y la forma como los aprendices desarrollan sus habilidades, es tal vez, la parte que más merece atención.
Al disponer de los avances tecnológicos al servicio de la sociedad, el sector educativo es uno de los que se pueden beneficiar si se aplica la innovación con el objetivo de ofrecer a los aprendices, la posibilidad de formarse aprendiendo a usar correctamente las herramientas.
De esta manera es como surgen los AVA, con los cuales al estudiante se le permite interactuar en un entorno mediado por tecnología, que le enseña de forma virtual los conceptos que en la educación tradicional se le enseñaban.
También es en los entornos virtuales donde el estudiante empieza a conocer más de cerca los simuladores virtuales, las plataformas de aprendizaje, las fuentes especializadas de información colaborativas como los wikis, foros, y aplicaciones didácticas para el aprendizaje como la gamificación, RV realidad virtual, RA realidad aumentada.
Es muy importante tener en cuenta que lo que posibilita el proceso de enseñanza-aprendizaje con un entorno virtual, es la interacción que realiza el estudiante, es decir el esfuerzo continuo que pone de su parte para adquirir la información, procesarla y desarrollar así sus propias habilidades que lo llevarán a convertirse en una persona capacitada para desempeñar cualquiera que sea su profesión de manera satisfactoria.
Cuando el estudiante que realiza un curso en línea para su formación profesional, no conoce o no comprende adecuadamente cómo funciona la modalidad de educación virtual o en línea, es posible que experimente problemas emocionales que lo pueden llevar a la frustración.
Posibles causas de la frustración de estudiantes que hacen cursos en línea:
- Creer que hacer cursos virtuales online requiere menos esfuerzo y dedicación que los cursos de educación presencial (tradicionales).
- El hecho de no tener clara una elección de estudios que estén en concordancia con las expectativas de los alumnos.
- Desconocer el rol que desempeña tanto el alumno como el profesor en la educación virtual.
- No tener en cuenta que en la educación virtual hay que realizar actividades con otros alumnos, y creer que todo el tiempo el aprendizaje se basa en la individualidad.
- Cuando no tienen en cuenta que se debe disponer de un horario adecuado para explorar y aprender de las sesiones de aprendizaje virtual.
- Al no condicionar el lugar donde el estudiante hace uso del ordenador y los demás útiles que requiere utilizar para organizar, ejercitar y realizar actividades relacionadas con el proceso de aprendizaje.
- El no estar totalmente adaptado a las habilidades en el manejo de herramientas tecnológicas, que implica saber manejar programas, aplicaciones informáticas, búsqueda de recursos en la web, entre otros.
- La falta de compromiso y actitud de superación cuando se presentan inconvenientes o dificultades que no fueran de esperar, pero que de alguna manera y con paciencia se pueden resolver.
Alternativas para que los alumnos mantengan el interés por los cursos virtuales
En efecto, hay algunas pautas que le permiten a los alumnos dirigir su atención a aquellos aspectos que pueden ayudarles a comprender mejor de qué se trata el realizar un curso en modalidad virtual con más probabilidades de lograr sus objetivos académicos.
Por tal motivo es importante que sea el alumno propiamente quien esté enterado de cuáles son las variables que le permiten encargarse personalmente del control que puede llevar en el avance de su aprendizaje de forma virtual.
De esta manera, se puede tener en cuenta:
Que puede aprender a identificar cuáles son los objetivos de aprendizaje, para tenerlos presentes a medida que se explora el contenido del curso, para así relacionar los temas vistos con el logro de las metas que se traza cumplir el alumno.
Hay varios esquemas de aprendizaje que le ayudan al alumno a aprender virtualmente de una forma más activa y dinámica, tales como, el desarrollo de proyectos donde se resuelve un problema basado en el tema de aprendizaje.
Las herramientas de educación virtual, como por ejemplo los simuladores virtuales, le ofrecen al alumno la posibilidad de aplicar los conocimientos aprendidos realizando varios intentos, cuando este puede llegar a cometer errores para luego autocorregirse, con lo cual el alumno puede hacerse consciente de aquello en lo que debe mejorar.
El alumno puede planear la disposición que tendrá para dedicar tiempo exclusivo a las sesiones de aprendizaje.
También es aconsejable que haga una valoración de las propias habilidades y estrategias que tiene para desenvolverse adecuadamente en un ambiente virtual de aprendizaje.
Que desarrolle efectivamente habilidades de comunicación y colaboración con otros participantes en el proceso educativo virtual, como los otros alumnos y el docente, los cuales pueden ayudarle a resolver situaciones.
Construir una actitud proactiva la cual le permita tomar acciones adecuadas, en las diferentes situaciones en las que se encuentra al realizar un curso virtual.
Tener conocimiento del calendario que maneja la institución de formación académica, con el objetivo de desempeñarse en los plazos que sean establecidos para matriculación, pruebas, etc.
En muchos cursos virtuales el docente llega a tener una participación que es de gran ayuda para los estudiantes, pues el rol docente sirve como una forma de guía que en ocasiones además de proporcionar contenidos de estudio, también puede orientar a los alumnos en el desarrollo de algunas actividades que son más laboriosas.
Los docentes que se desempeñan en cursos virtuales, deben tener cierto dominio de habilidades en enseñanza virtual, ya que no es igual que impartir una clase por ejemplo en un aula presencial. Así que es aconsejable que los docentes actualicen sus habilidades tecnológicas para hacer un mejor trabajo.
Ofrecer alguna flexibilidad al estudiante, teniendo en cuenta que los cursos en línea requieren de tiempo, esfuerzo y dedicación, de manera que se puede ofrecer la posibilidad de que el estudiante lleve un aprendizaje según su capacidad de carga académica, adaptando el aprendizaje a su propio ritmo.
El conocimiento de estas posibles causas y recomendaciones puede contribuir a evitar experiencias frustrantes al realizar algún curso en línea. Si tienes alguna opinión o comentario, puedes dirigirte a VirtualPlant